27 jun 2013

OCAÑA

José Pérez Ocaña (1947-1983) fue un artista andaluz, nacido en el municipio sevillano de Cantillana, que emigró y vivió una gran parte de su vida en tierras catalanas. Pintor vanguardista de gran talento y activista por los derechos y la igualdad del colectivo LGTB, cosa que le costaría serias represalias por parte de la dictadura franquista que ya daba sus últimos coletazos.
Ocaña murió de la misma forma que vivió su pintoresca vida. Volvió a Cantillana, para visitar a su familia y celebrar las fiestas de carnaval. Pérez Ocaña confeccionó un disfraz de Sol, con papel, tela y bengalas que desafortunadamente se quemó, produciéndole unas quemaduras mortales. 
Después de su muerte se han organizado exposiciones, producido películas y documentales, y publicaciones en torno a su vida y obra. Trabajos encomiables de grandes artistas, profesionales y autores que han puesto en valor su trayectoria. 
Desde hace unos meses, un buen grupo de intelectuales, junto a la cooperativa Atrapasueños, están promoviendo la creación de un espacio expositivo permanente para uno de los artistas más singulares y geniales que han nacido en Andalucía. Ese manifiesto, del cual he tomado la información para escribir este artículo, lleva por nombre, “Un lugar para el pintor Ocaña”. 
Yo conocí a Ocaña gracias a un poema de mi amigo y poeta Juan Manuel Alcedo. Él fue quién, por medio de sus versos, me presentó a Juan Pérez Ocaña, y a partir de ahí investigué y me sorprendí gratamente con su vida y su obra. Aquella poesía llevaba por título “Te fuiste con el Sol”, y la voy a reproducir a continuación para que, si no conocían a Ocaña, sea mi primo Juan Manuel el que se lo presente:
“Tú, luz en la oscuridad/ de un tiempo, en una nación/ de misa y comunión,/ devota a la autoridad,/ banderas y falsedad. Tú, aire renovado/ en un moribundo estado/ en donde la voz alzaste,/ con valor te rebelaste/ dignificando el pecado. Tú, diablo controvertido,/ nos dejaste tu legado/ aun cuando estés olvidado./ Siempre huiste del balido,/ libre loco travestido. Más, no es cosa que extraña/ pues es normal en España/ lapidar al diferente/ que provoca con la mente./ Por eso me gusta Ocaña.” 

Miguel Ángel Rincón Peña.