28 sept 2012

U.I.P.

Para esta semana tenía pensado hablar de las diferentes ferias que se han celebrado a lo largo y ancho de nuestra Sierra de Cádiz. No soy muy “feriante”, pero he visitado algunas de ellas. Ver a la gente feliz y despreocupada por unos días es algo que no está mal, en su justa medida. 
Pues bien, como decía, iba a escribir sobre ese tema hasta que a la Unidad de Intervención Policial (UIP) le dio por dar palos a diestro y siniestro en la manifestación del 25S. 
En principio, desde la televisión parecía la cosa tranquila, lo de siempre, los manifestantes portando sus banderas y eslóganes, cantando y reivindicando sus derechos perdidos. Al otro lado de la valla y “defendiendo” el Congreso, los miembros de la UIP. Hasta ahí todo normal, pero hubo un momento en que algunos descerebrados empezaron a reventar la manifestación intentando tumbar las vallas. Ahí fue cuando la Policía empezó a repartir leña sin miramiento. Pero, hay muchos, entre los que me incluyo, que tenemos algunas dudas razonables sobre la identidad de esos encapuchados que empezaron a desafiar a la Policía. Incluso los diputados de IU en el congreso insinuaban que podrían ser miembros de la UIP infiltrados entre los manifestantes. 
Sea como sea, la actuación de los antidisturbios fue desmedida, pegando, empujando y deteniendo. Más de una treintena de heridos, uno de ellos grave. Cuando algunas personas les pedían la identificación a los policías, éstos, descaradamente se negaban. Están obligados por ley a llevar su número de placa y no las llevaban. 
Es una pena que este país esté retrocediendo a pasos agigantados al pasado más oscuro, tanto en derechos sociales, precariedad laboral, pobreza, etc. Y si al ciudadano, que últimamente está jodido por todos lados, le da por salir a la calle a manifestarse democráticamente, el Gobierno le lanza a su Policía (que de democrática no tiene nada) para que les repriman y les quiten las ganas de protestar. 
Aquí en Andalucía también se rodeó el Parlamento andaluz. Fue mucho más pacífico todo, al parecer los “secretas” sevillanos no tenían muchas ganas de armarla y todo transcurrió dentro de lo previsible. 
En fin, así está España. Disfruten de la Feria y brinden por un futuro mejor.

Miguel Ángel Rincón Peña