18 mar 2010

EL MÓDEM USB

El martes fue un día de esos para olvidar. Y todo por un maldito Módem USB para conectarme a Internet. Resulta que a mi madre le regalaron ese Módem y ella, que de tecnología ni papa, me lo regaló a mí. Llamé a la compañía para dar de alta la línea y poder navegar. A las cinco de la tarde estaba yo, móvil en mano y con una sonrisa de oreja a oreja, llamando al teleoperador de turno, a las nueve de la noche aún estaba pegado al móvil y con un cabreo de los que crean afición.

Resulta que los teleoperadores me enviaban a la tienda, la tienda me decía que llamara a la compañía, y yo llamaba y todos los teleoperadores ocupados, y el tiempo pasaba y yo seguía pegado al maldito móvil. La tarjeta SIM del Módem no funcionaba, no la reconocía el aparato. El Módem USB era de prepago y tenía de regalo 10 euros, una teleoperadora me informó que debía de realizar una primera recarga de 5 euros como mínimo para activar la tarjeta y poder disfrutar de los 10 euros que me regalaban, con lo cual tendría un saldo de 15 euros. Fui al cajero más cercano e hice la recarga. Pues resulta que tampoco funcionaba la dichosa tarjetita. Llamé de nuevo en un intento desesperado, tras escuchar varias veces la infame musiquilla que te ponen mientras esperas a que el teleoperador de turno despache al cliente de turno, al fin, una voz sudamericana me dijo que sería problema de la tarjeta (por fin la luz al final del túnel), y que tendría que volver a la tienda para realizar un duplicado de la misma que me costaría 6 euros. O sea, que con la tontería ya me estaban sacando la pasta, y eso que el Módem ese era gratis. Le dije a la señorita que yo no tenía porqué pagar algo que ya venía defectuoso y me comentó que me lo devolverían ingresando los 6 euros en el saldo de la tarjeta, con lo que ya tendría 21 euros para navegar por Internet. Toda una odisea. En definitiva, me han sacado a lo tonto a lo tonto 11 euros y toda una tarde perdida con la oreja pegada al teléfono.

Uno, que a cabezón no le gana nadie, está pensando en poner una reclamación contra la compañía de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que tiene un garabato parecido a una eme en su logotipo. Creen estos listos de las compañías telefónicas que los consumidores se chupan el dedo, pues anda y que se metan el dichoso Módem por el… puerto USB.

Miguel Ángel Rincón Peña